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Sobre La Memoria De Adriano Y Mi Amnesia.

martes, julio 19, 2005

¡Ya! Por fin he terminado la escuela, hoy presente mi último examen (si, se acabó, adiós al fantasma de Valera). Espero que el resto de la semana este tranquilo. No sé aun que me depara el futuro, quizás me decida a abandonar la carrera de una vez por todas, quizás viaje antes de lo previsto, quizás sólo necesite algo de espacio. Ando algo cansada, enferma (en parte gracias a Emily) y empiezo a ver esta situación como parte de un proceso; proceso que me negué a ver por mucho tiempo. Me dedicare un tiempo a la vida mundana, iré de una lado para otro solo dejándome llevar por el momento.

Mientras tanto terminaré de leer las últimas páginas del libro “Las Memorias De Adriano” de alguien a quien le he tomado cariño en este último año: Marguerite Yourcenar (el libro lo tradujo J. Cortazar). Aun no puedo emitir un juicio ó bien podría emitir uno a medias que no es el caso. Rescato aquí un pequeño fragmento:
Las palabras engañan, puesto que la palabra placer abarca realidades contradictorias, comporta a la vez nociones de tibieza, dulzura, intimidad de los cuerpos, y las de violencia, agonía y grito.
La obsesa frasecita de Posidonio sobre frote e dos parcelas de carne no define el fenómeno del amor, así como la cuerda rozada por el dedo no explica el milagro infinito de los sonidos. Esa frase no insulta la voluptuosidad sino a la carne misma, ese instrumento de músculos, sangre y epidermis, esa nube roja cuyo relámpago es el alma.

Reconozco que la razón se confunde frente al prodigio del amor, frente a esa extraña obsesión por la cual la carne, que tan poco me preocupa cuando compone nuestro, y que solo nos mueva a lavarla, a alimentar y, llegado el caso, a evitar que sufra, puede llegar a inspirarnos un deseo tan apasionado de caricias, simplemente porque esta animada por una individualidad diferente de la nuestra y porque presenta ciertos lineamientos de belleza sobre los cuales, por lo demás, los mejores jueces no se ha puesto de acuerdo, aquí la lógica humana se queda corta, como en las revelaciones de los misterios. Y no se ha engañado la tradición popular que siempre vio en el amor una forma de iniciación, uno de los puntos de que contacto de lo secreto y lo sagrado. La experiencia sensual se asemeja además a los misterios en que la primera aproximación produce el no iniciado el efecto de un rito más o menos aterrador, escandalosamente alejado de las funciones familiares del sueño, del beber, del comer, objeto de bromas, de vergüenza o de terror, al igual que la danza de las ménades o el delirio de los coribantes, nuestro amor nos arrastra a un universo diferente, donde en otros momentos no esta vedado penetrar, y donde cesamos de orientarnos tan pronto el ardor se apaga o el doce se disuelve, clavado en el cuerpo querido como crucificado en la cruz, he aprendido algunos secretos de la vida que se embotan ya en mi recuerdo, sometidos a la misma ley que quiere que el convaleciente, una vez curado, cese de reconocerse en las misteriosas verdades de su mal, que el prisionero liberado, olvide la tortura, o el vencedor ya sobrio; la gloria.

He soñado a veces con elaborar un sistema de conocimientos basado en lo erótico, una teoría del contacto en la cual el misterio y la dignidad del prójimo consistirían precisamente en ofrecer al Yo el punto de apoyo de ese otro mundo. En una filosofía semejante, la voluptuosidad seria una forma más completa, pero también más especializada, de este acercamiento al Otro, una técnica al servicio del conocimiento de aquello que no es uno mismo
(Yourcenar; 1999: 18).

“La muerte es horrorosa, pero también lo es la vida”.
(Yourcenar; 1999: 144).
...Con su permiso; Gracias.
.Image hosted by Photobucket.com The Strokes - Under Control

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  1. Blogger Mariwell | 3:46 p.m. |  

    Felicidades por tu fin de curso...pero vas a ver que con el paso de los años extrañaras el colegio.

    Yo no creo que la muerte sea horrorosa, al contrario creo que es como regresar al utero materno, yo la añoro...

    un abrazo

  2. Blogger flectere | 1:07 a.m. |  

    Justo ahora mismo andaba doblemente voyeurista: leo blogs ajenos y un libro de M. Yourcenar "Cartas a sus amigos". Qué bueno que le has tomado cariño, al menos en mi opinión, Yourcenar vale mucho la pena... y mucho más, traducida por Cortázar.

    Saludos!

  3. Blogger Bellota | 5:06 p.m. |  

    felicidades x terminar el curso

    y ojala q tu vida mundana no se extienda mas alla d elas vacaciones, no creo q valga la pena abandonar la carrera

    pero bueno :)

    x cierto, cuando quieras darle al template avisame ahita mi mail en el profail

    y ya lei tooodo lo q dejaste

    q barbara

  4. Blogger Sólo Soy Un Ojo | 12:44 a.m. |  

    Mariwell: yo no recuerdo cómo era estar en el útero materno…imagino que era muy viscoso y caliente…no sé si quisiera regresar ahí.

    Flectere: ahhhh!! El señor te va a condenar a los más profundos infiernos por espiar en la vida de los otros. ¿Qué libro refieres de Yourcenar?

    Bellota: la vida mundana en ocasiones es más ilustrativa que la escolar, pero ya veremos, ahí si que no depende totalmente de mí y gracias por el ofrecimiento; apenas pueda me pongo en contacto.

    Saludos.

  5. Blogger flectere | 12:53 p.m. |  

    Jeje... tuve un lapsus de redacción. La cosa debió ir así:

    Justo ahora mismo andaba doblemente voyeurista: leo blogs ajenos y EL libro de M. Yourcenar "Cartas a sus amigos".

    Saludos a tu cigarra! ...ah!, no, perdón, al hombre que te habías conseguido, jeje.

  6. Blogger Sólo Soy Un Ojo | 7:51 p.m. |  

    Ohhh!! Interesante no sabia sobre los lapsus de redacion, yo debo vivir en ese de manera permanente y pues ya no hay hombre, regreso a mi ruidosa y rastrera cigarra.
    Saludos

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